La Plataforma Europea de Innovación – EIT Food ha realizado un análisis de las tendencias en torno a la alimentación en Europa para 2023, teniendo en cuenta los retos a los que el sistema alimentario tuvo que enfrentarse en 2022, como la guerra de Rusia contra Ucrania, que afectó a la disponibilidad y al precio de los alimentos, y el creciente impacto del cambio climático.

1. Impulso de un sistema alimentario sostenible por parte de la COP28

Los impactos del cambio climático en el sistema alimentario son cada vez más evidentes y en 2023 se ejercerá una mayor presión sobre los responsables de la toma de decisiones para acelerar y ampliar los métodos de producción de alimentos sostenibles y soluciones alimentarias innovadoras con menor impacto medioambiental.

De cara a la COP28, este impulso vendrá de las empresas y partes interesadas del sector agroalimentario, pero también de las personas consumidoras que empiezan a exigir mucho más del término “sostenibilidad'».

2. Diversidad de alimentos alternativos a la carne

El consumo de alimentos de origen vegetal lleva tiempo creciendo en Europa, y las alternativas a la carne siguen preocupando a los mercados. El Comité Económico y Social Europeo subrayó recientemente que existe «una necesidad urgente de que la UE lleve a cabo un estudio sobre el potencial a escala europea del cultivo de semillas proteaginosas y oleaginosas” citando los beneficios para la nutrición, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

Además, la “estrategia de la granja a la mesa» de la Comisión Europea y la Comunicación sobre el plan europeo «Vencer al cáncer» reconocen el papel de una dieta más vegetariana, con menos carne roja y procesada, y más frutas y verduras, para la prevención de enfermedades y para la reducción del impacto medioambiental del sistema alimentario.

Por tanto, 2023 verá el desarrollo de una gran diversidad de productos alimentarios alternativos a la carne.

3. Las soluciones nutricionales serán más dirigidas

La nutrición dirigida y personalizada es una tendencia alimentaria que se espera que aumente y evolucione en 2023 con la introducción de iniciativas y políticas sanitarias basadas en las necesidades y los retos locales.

Las conexiones entre dietas sanas y planeta sano son claras y, para crear vidas más sanas a través de la alimentación, se debe considerar la diversidad de soluciones nutricionales para diferentes personas en diferentes lugares. Teniendo esto en cuenta, y dado que en la COP27 se hizo un claro llamamiento a la acción para lograr una mayor seguridad nutricional, se prevé que en 2023 se preste una mayor atención a las soluciones nutricionales específicas personalizadas.

Igualmente, se prevé que en 2023 las personas busquen alimentos que mejoren tanto su salud física como mental, lo que tiene como objetivo capacitar a las personas consumidoras para tomar decisiones sobre sus dietas basándose en conocimientos y datos tangibles.

4. La tecnología digital mejorará la resiliencia del sistema alimentario

En 2023 se espera que la automatización, la conectividad y la trazabilidad de los procesos del sistema alimentario reciban más inversión con el fin de aumentar la seguridad y mejorar la resiliencia del sistema alimentario.

Utilizando información de sistemas integrados que se conectan y comparten datos, como el Internet de las Cosas (IoT) o el blockchain, la cadena alimentaria (explotaciones, industrias alimentarias y empresas de distribución) podrán construir «gemelos digitales». Las nuevas tecnologías prepararán mejor a las empresas para gestionar riesgos y mejorar la seguridad alimentaria, la transparencia de la cadena de suministro y la reducción de residuos.

5. El valor del desperdicio alimentario se integrará en todo el sistema alimentario

En 2023 cabe esperar una mayor inversión en soluciones centradas en la circularidad, así como en la valorización de los residuos y pérdidas alimentarias, y nuevos recursos que puedan utilizarse en otros lugares. Esto incluye desde el uso de subproductos agrícolas como fertilizantes hasta el reciclaje de residuos alimentarios para crear nuevos ingredientes nutritivos.

En los últimos años, se ha pasado de la reducción aislada de residuos en diferentes niveles del sistema alimentario al desperdicio y la pérdida de alimentos del sistema alimentario en su conjunto.

Para lograr dicho objetivo, se necesitan grandes esfuerzos por parte de las empresas y los gobiernos, así como concienciación de las personas consumidoras para reducir el desperdicio alimentario.